sábado, 3 de julio de 2010

TENERIFE

Este ha sido un viaje sorpresa para mi, un regalo, ya que por mi situación actual de parada, no pensaba irme a ningún lugar, nada más lejos que al pueblín, a disfrutar de las fiestas leonesas de San Juan.
Todo empezó el día 20 de junio, cuando mi hermana llegó a las 21:00 con unos billetes para Tenerife, 6 días. El avión salía el 22 a las 12:00 desde Madrid. Yo estaba alucinada, y como no, acepté. Así que hicimos las maletas rápidamente y corriendo a Madrid.

Llegamos al Aeropuerto Sur ya que el hotel lo teniamos en Adeje, el hotel Riu Arecas. Teniamos unas ganas inmensas de playa, pero como el sol no se veia nos quedamos en la piscina del hotel. Allí nos empezamos a dar cuenta que era un hotel especial para guiris, principalmente alemanes, rojos como cangrejos.
Nos tuvimos que amoldar a sus horarios, así que a las 8 cenamos y nos fuimos a inspeccionar un poco la zona antes de irnos a dormir.

DÍA 2: Las nubes seguían acechando la isla, así que decidimos hacernos unos jacuzzis esperando a que abriera el cielo. A la una teníamos reunión con la guía que nos puso El Corte Inglés(empresa con la que viajábamos) para vendernos excursiones o alquilarnos coche. Como el día seguía nublado decidimos comprar la excursión a Los Gigantes, que constaba de un viaje de 4 horas en barco a los acantilados del mismo nombre, donde nos dejaban bañarnos en mar abierto, comimos en el barco y después nos llevaban a ver a los delfines, calderones y ballenas piloto, una tarde estupenda, aunque éstas últimas no hicieron acto de presencia.



 Fue una bonita excursión que nos costó 50€ por persona, luego nos dimos cuenta que si se cogía en el kiosco del barco nos podíamos haber ahorrado 25€ entre las dos.  
De vuelta al hotel, duchita, cena y paseíto por el paseo marítimo y por los garitos del lugar.

DÍA 3: Por fín vimos el sol, ¡ALELUYA!, pero como por esta zona no hay playas que merezcan la pena, nos quedamos un poco en la piscina. Después alquilamos un coche y nos fuimos a recorrer la isla llegando al Puerto De Santa Cruz, donde se encuentra el Loro Park.
Es un parque temático, que entre sus atracciones más espectaculares se encuentran las orcas, delfines, leones marinos y loros. Pero también se pueden ver animales como gorilas, chimpancés, tigres, tiburones y peces y aves variopintas. El lugar intenta recrear por completo el hábitat natural de cada especie. Es un lugar especial para el disfrute de los más pequeños y para los amantes de los animales. Su precio es de 32€ para los no residentes canarios y los niños 19€ ,si recuerdo bien.

   
DÍA 4: Otro día más sin sol. Hoy se une mi prima, así que vamos a buscarla al Aeropuerto Norte y de paso nos quedamos por aquí para conocer algunos de sus lugares.
Comenzamos por el Valle de la Orotava, en las faldas del Teide. Se pueden ver varias casas señoriales repartidas por el casco histórico. Una de las más importantes es la Casa de los Balcones.
Cuando ya nos ibamos, nos desubicamos un poco para salir del pueblo, subiendo por una calle con una pendiente que daba miedo, pero no sé que fue peor, si la subida o la bajada, porque fue como ir montada en una montaña rusa, ¡acojonante!.....
Seguidamente, y a pocos kms. de allí, llegamos a Icod de los Vinos, donde se encuentra el Drago Milenario, declarado monumento Nacional y constituye el símbolo de Icod.

 

A pocos metros se encuentra el Mariposario del Drago, un jardín tropical donde vuelan en total libertad cientos de mariposas en contacto con los visitantes.
En una tienda nos dieron a probar sus vinos, quesos y mojos. El queso de cabra con los mojos....Exquisitos!!!
Comimos en una tasca-restaurante que no me emocionó demasiado.

Por la tarde seguimos la ruta hacia Garachico. Allí pudimos ver el Castillo de San Miguel, varios conventos e iglesias, las piscinas naturales y el Tensei Tenmoku o "Puerta sin Puerta", escultura de un artista japonés que se exhibe en la explanada del muelle pesquero.
A la vuelta pasamos por Santa Cruz, ya que vislumbramos atisbos de sol y nos fuimos en busca de la Playa de las Teresitas. Una playa hecha con arena traída del Sahara.
Por la noche, salimos por el paseo marítimo, donde todo estaba hecho para los guiris: restaurantes, música... Nos sentamos en una cockteleria a probar alguna bebida mientras alguna cucaracha se me subía por las faldas pengando un salto y montando un espectáculo tanto para guiris como para autóctonos. (Es que las cucarachas me dan mucho asco.....) 

DÍA 5: Lo único que nos faltaba por ver era el Teide, así que el último día nos fuimos a hacer la visita.
Subimos por la zona sur, Arona, Vilaflor... El paisaje es espectacular. Llegamos al telesférico. Subir cuesta 25€, me pareció un sablazo, pero bueno, sólo se va una vez. Yo hice la ruta lateral, llegando a la parte oeste desde donde se ven las islas de La Palma, El Hierro y La Gomera y también la segunda montaña más alta del Archipiélago, Pico Viejo, con 3135 metros sobre el nivel del mar, siendo ambas las únicas montañas Canarias que sobrepasan los 3000 metros de altitud.
                                     
                                                    
Los guanches conocían al Teide con el nombre de "Echeyde" cuyo significado era "Morada de Guayota, el Maligno".


Y recordando el antiguo billete de 1000 pesetas, he aquí la imagen que lo inmortalizó, El Roque Chinclado (desde otra prespectiva).







                                                                                                               Una vez terminada la visita, nos fuimos en busca de rayos de sol y playa, habia que volver a casa con un poco de color, así que nos quedamos en la playa de las Vistas-Los Cristianos, una de las más extensas y populares de Arona. 


Esta era muestra última noche, así que nos dimos un garbeo rápido y al hotel a recoger y a dormir por lo menos un par de horas, ya que a las 5 de la madrugada nos venían a recoger, puesto que nuestro avión salia a las 7:15 desde el Aeropuerto Norte y teniamos una hora de camino.

Nuestro regreso fue perfecto, soñando, en las nubes......

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